La educación para todos no es suficiente si no se garantiza su calidad y que esta sea inclusiva. Se reconoce que los docentes tienen un papel fundamental en el logro de mejores prácticas educativas. Es desde el aula donde se aprende a entender y respetar la diversidad; es allí donde los estudiantes aprenden valores, conocimientos y formulan sus expectativas y responsabilidades en la sociedad. El maestro actúa como modelo y mediador de estos aprendizajes, de allí su importancia en la transformación de una sociedad incluyente, que valora, permite y promueve la participación de todos sus ciudadanos en el desarrollo del país. Existe una necesidad sentida de formar maestros que entienden y valoran la diversidad; ellos deben además tener la capacidad de utilizar estrategias que promueven y hacen exitosa la educación inclusiva.
Los docentes desde sus prácticas tienen la responsabilidad de incluir la diversidad de sus estudiantes como una oportunidad de aprendizaje y mejores desarrollos educativos para todos los estudiantes.
Las conclusiones con respecto a las prácticas en el aula indican cinco factores efectivos para la
educación inclusiva:
-Enseñanza cooperativa: los profesores necesitan apoyo
y deben ser capaces de cooperar con distintos colegas y profesionales de dentro
y fuera del centro educativo.
-Aprendizaje cooperativo: la tutoría en parejas o el
aprendizaje cooperativo es efectivo para las áreas cognitivas y afectivas
(socioemocionales) del aprendizaje y desarrollo del alumno. Los alumnos que se
ayudan entre sí, especialmente dentro de un sistema de agrupamiento flexible y
bien estructurado se benefician del aprendizaje mutuo.
-Resolución cooperativa de
problemas: particularmente para el
profesorado que necesita ayuda con la inclusión de alumnos con problemas
sociales/ de comportamiento es una herramienta eficaz para disminuir la
cantidad e intensidad de las molestias durante las clases abordar el mal
comportamiento de forma sistemática. Establecer reglas de comportamiento claras
y una serie de límites acordados con los alumnos (además de incentivos
adecuados) se ha comprobado que es muy eficaz.
-Agrupamientos heterogéneos: el agrupamiento heterogéneo y
un enfoque más personalizado en educación son necesarios y eficaces cuando se
trata con una diversidad de alumnos en el aula. Para mejorar la educación
inclusiva es necesario utilizar objetivos programados, rutas alternativas para
el aprendizaje, enseñanza personalizada/ flexible y gran variedad de formas
heterogéneas de agrupamiento.
-Enseñanza efectiva: los métodos mencionadas arriba
deberían llevarse a cabo dentro de un enfoque general y eficaz de
centro/enseñanza donde la educación se base en la evaluación, altas
expectativas, instrucción directa y retroalimentación. Todos los alumnos y
también los que tienen NEE, mejoran con un control, programación y evaluación
del trabajo sistemáticos. El currículum puede adaptarse a las necesidades
individuales y se puede introducir un apoyo adicional a través de las
Adaptaciones Curriculares Individuales (ACI). Estas ACI deberían adecuarse al
currículum normal.
Ahora, ¿consideras que tú como docente o en tu escuela en general practican algunas de estas estrategias para impulsar la inclusión?
Fuente: http://www.inclusioneducativa.org/ra.php?id=2
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